Algunos musulmanes en la India Occidental han estado llevando a cabo un extraño ritual por más de medio milenio: Arrojan a sus bebés desde un alto balcón de 15 metros en un santuario en Solapur en Maharastra con la creencia que esto les dará buena suerte y buena salud en sus vidas.
Los fieles creyentes afirman que sus hijos han crecido fuertes y que jamás ha sucedido algún accidente durante el ritual, en el que los bebés son atrapados en una especie de sábana extendida por los participantes en la parte de abajo del edificio.
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