Me llegó esta carta por e-mail, la cual transcribo aquí en su totalidad porque considero de suma importancia dar a conocer lo que sucede con las "autoridades" policiales en nuestro estado de Baja California, México:
A la opinión pública:
En Tijuana han sucedido al menos 22 secuestros de compañeros médicos, una ola de violencia inaceptable, muertes y secuestros diarios como parte habitual de nuestra vida, amenazas telefónicas, extorsiones y una cultura que promueve la pérdida de valores y la corrupción. ¿Cuál ha sido nuestra actitud ante estos hechos?: INDIFERENCIA, CRÍTICAS SIN ACCIÓN, APATÍA, INSENSIBILIDAD Y MIEDO.
Vemos pasar los acontecimientos como las noticias de Palestina, donde se suicidan jóvenes todos los días sin que nos afecte en nada la muerte de tantas personas, ahora el secuestro y la muerte están muy cerca de tocar nuestras puertas.
El caso del empresario tijuanense, conocido por su honestidad, y su esposa, reconocida Doctora por su entrega a los pacientes y su siempre consideración a los más necesitados nos lo demuestran; les secuestraron a su hijo Celso de 33 años desde hace 10 meses, les enviaron fotos de él golpeado, después uno de sus dedos y ante las amenazas y con el temor de que lo mataran no dieron aviso a las autoridades, como tantas otras familias de secuestrados. PAGARON EN 2 OCASIONES EL RESCATE, tuvieron que vender su casa para el pago del TERCER RESCATE. CUANDO EL PASADO 2 DE MAYO LOS SECUESTRADORES SE COMUNICARON CON ELLOS, la familia pidió una prueba de vida, en respuesta recibieron insultos y amenazas, fueron 10 llamadas exigiéndoles el pago, al no darles una prueba de vida se negaron a dar el dinero por lo que los amenazaron con matarlos a todos, intento que llevaron a cabo esa misma noche, donde al no poder entrar a la casa que había rentado la familia, “rafagearon” la propiedad con lujo de violencia ante el pánico de ellos y de los vecinos. Por cierto, al día siguiente de este trágico evento el papá de Celso falleció de un infarto a los 63 años de edad, como consecuencia de la angustia y desesperación que durante meses vivieron él y sus familiares con la esperanza de recuperar a su hijo y que ahora se perdió con el ataque de los criminales.
¿Cómo es posible que se permitan estas atrocidades?, donde ahora no sólo se priva de la vida al secuestrado, sino como en un régimen fascista, los narcotraficantes pueden eliminar a personas honestas con una vida de trabajo, a excelentes padres de familia y ciudadanos ejemplares sin que nadie se los impida, protegidos como se ha demostrado en múltiples ocasiones por los cuerpos policíacos y autoridades estatales. Falta mencionar cómo quedan arruinadas sus vidas en lo económico, pero lo más grave en lo psicológico donde nunca se recuperarán de esta pesadilla.
Ante qué circunstancias pueden justificar matar y torturar a gente inocente, qué tipo de ciudad queremos tener construyéndola sobre los cadáveres de ciudadanos asesinados con el apoyo de ciertas autoridades, a quienes no les importa la sangre de tantos inocentes a cambio del dinero que reciben y que disfrutan mientras nosotros rezamos a nuestros muertos. ¿HASTA CUÁNDO LO PERMITIREMOS?.
NO NOS LAMENTEMOS SI NO ACTUAMOS CADA UNO DE NOSOTROS EN ESTA GUERRA, DONDE ELLOS TIENEN PERMISO PARA MATAR Y NOSOTROS SOMOS LAS VÍCTIMAS.
NO PERMITAMOS QUE DESTRUYAN NUESTRA PAZ, NUESTRO PATRIMONIO, NUESTRAS FAMILIAS PORQUE NADIE PUEDE VENCER A UN PUEBLO UNIDO Y APOYADO POR SU EJÉRCITO.
Hagamos contacto con las autoridades militares para diseñar una ayuda mutua y podamos RECONQUISTAR NUESTRA LIBERTAD.
Ciudadano Presidente de la República Felipe Calderón comandante en jefe del ejército mexicano: estamos en una guerra muy desigual e injusta porque los delincuentes cuentan con armas, nosotros no.
No sabemos donde se esconden, ello si saben todo sobre nosotros, a ellos los protegen funcionarios públicos corruptos a nosotros no.
Nuestra admiración y profundo respeto al general Aponte Polito y sus soldados, no nos abandonen, son parte de nuestra esperanza. Muchas gracias a los buenos policías, quienes arriesgando sus vidas están en la lucha a pesar de estas corporaciones infiltradas por criminales vestidos de policías.
Sr. C. Presidente Felipe Calderón: ¡USTED TIENE LA ÚLTIMA PALABRA! ¡CUMPLA CON SU DEBER!
EL PUEBLO DE BAJA CALIFORNIA.